Cristina Fernández, dos años sin Néstor Kirchner

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Este sbado 27 de octubre se cumplen dos aos de la muerte del expresidente argentino, Nstor Kirchner. El hombre que reinvent el “peronismo” y que guo en vida los pasos de su consorte y aliada poltica, Cristina Fernndez, sobre quien ha recado la responsabilidad de mantener vivo el “kirchnerismo”, aunque ello haya supuesto la decapitacin del “cristinismo” como alternativa de pas.

Sabrina Gelman B.

26-10-2012



Desde que enviudar el 27 de octubre de 2010, la presidenta de Argentina, Cristina Fernndez, no ha eliminado el luto de su armario y mucho menos de su agenda poltica. Siempre que tiene oportunidad, la mandataria hace alusin al legado de su antecesor, mentor y padre de sus dos hijos, Nstor Kirchner, que concibi una nueva forma de hacer “peronismo” que lleva su nombre y que falleci inesperadamente a causa de un paro cardiorespiratorio.

Tras la muerte del “pingino”, la vida de Fernndez ha sido una montaa rusa. Antes de su contundente e histrica reeleccin en primera vuelta en noviembre de 2011 por el 54% de los votos, la jefa de Estado ha pasado de ser la sucesora que sigui los pasos al pi de la letra de su maestro, a una lder con nombre propio y capaz de impulsar un modelo de gobernaza que proyectaba a Argentina como uno de los emergentes de Amrica Latina,- carta de presentacin que le vali una legislacin ms al frente de la Casa Rosada-, para finalmente llegar al punto en que los movimientos de la mandataria dan la sensacin de que se orientan segn las decisiones que tomara su difunto esposo de estar en su lugar.

Lo que le ha valido a la presidenta, una cada estratosfrica como la de Felix Baumgartner en los ndices de popularidad en poco menos de un ao, como resultado de un paquete de medidas impulsadas por su Ejecutivo, entre las que se encuentran, expropiaciones en el sector privado, siendo el caso de Repsol YPF el ms significativo; una serie de controles fiscales que ms que contribuir con la seguridad jurdica y permitir el flujo de capitales, los espanta; y la intencin de modificar la Constitucin de ese pas, con el propsito de darle carta blanca a un tercer mandato.

Como si los cacerolazos y la inestabilidad de la Bolsa de Buenos Aires no fueran suficiente, a Fernndez se le suma la guerra declarada por la Confederacin General del Trabajo (CGT), a cargo del influyente lder sindical y exaliado de la madataria, Hugo Moyano; que le acusa de abandonar a los trabajadores por no impulsar las tan prometidas mejoras salariales, en un pas con un 25% de inflacin.

Al acercarse el aniversario de su reeleccin, el rostro poltico de Argentina ha cambiado de forma drstica. Antes de los comicios de 2011, se hablaba en la nacin austral no de la continuidad de la era “kirchnerista”, si no del inicio del “cristinismo”, gracias a que la jefa de Estado comenz a implantar un estilo de gobierno con su firma, rodendose de un liderazgo joven, integrado por un importante nmero de tecncratas, cuyo resultado no slo se vio reflejado en lo que a niveles de aprobacin popular se refiere. Tambin la imagen del pas se vio beneficiada por la “nueva” Cristina, cuyas previsiones de crecimiento para el 2012 eran ms que prometedoras, al registrar ese ao un incremento de su economa 7,2%, uno de los mejores resultados de Amrica Latina.

Pero la historia de ensueo argentino se vio interrumpida a pocos meses por los fantasmas del “corralito”, la “crisis mundial” y el “pingino”. En su primer ao de su segundo gobierno, Fernndez dej de dar un salto al futuro para dar uno hacia atrs.

La coyuntura de los mercados internacionales, as como las recientes polticas del Ejecutivo argentino, han hecho que el Fondo Monetario Internacional (FMI) reduzca a la mitad, las perspectivas econmicas del pas, pasando del 4,2% estimado en abril de este ao al 2,6%.

El futuro de la saga Kirchner

Cuando Cristina Fernndez recibi el testigo de mando en manos de su antecesor, Nstor Kirchner, comenz a nacer el temor en el ncleo de la opinin pblica argentina, que se estaba estaba dando lugar una democracia con matices caudillistas en donde el “trono” de la Casa Rosada queda en familia.

Para las elecciones de 2011, Kirchner era el hombre elegido para ser el candidato del oficialista Frente para la Victoria, planes que se vieron frustrados por su inesperada muerte. Su lealtad para con el exmandatario y mentor, ha obligado a Fernndez a cuidar el legado de su marido a toda costa, aunque ello supuso la decapitacin del “cristinismo” como alternativa poltica emergente.

Tras la polmica y la ola de protestas que ha generado la mera insinuacin de una reforma constitucional para dar cabida a una segunda reeleccin o reelecciones indefinidas, intencin desestimada, por el momento, por la propia presidenta, surge el interrogante sobre quin tomara el mando de verse la mandataria imposibilitada de continuar al frente de la saga “kirchnerista”.

Todo apunta a que el lder y creador de La Campora, ala juvenil del peronismo, Mximo Kirchner de 34 aos e hijo presidencial, se perfile como el sucesor.

El primognito de Cristina Fernndez ha ganado terreno en los crculos de influencias argentinos, sobre todo porque un importante nmero de altos funcionarios, prximos al Ejecutivo y que no superan la edad de 40 aos, estn ligados a la citada plataforma poltica.

Slo el tiempo dir si el “peronismo” orquestado por Nstor Kirchner en 2003 tendr un punto y final en el 2014, o se reinventar en forma de “dinasta” poltica como los Kennedy, a travs de la figura de su hijo. Mientras, su viuda, contina guardando el luto al frente de una Argentina que necesita reencontrar el rumbo hacia las potencias emergentes de Amrica Latina.

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