Deportes
Copa Davis: la victoria en el dobles dejó a Argentina a un paso de llegar a la final
El correntino Leonardo Mayer (39º del ránking mundial) y el bonaerense Carlos Berlocq (137º) volvieron a sacar pecho en la Copa Davis para darle un punto clave a la Argentina sobre Bélgica con el triunfo en el dobles, en cuatro sets, frente a Steve Darcis (64º) y Ruben Bemelmans (87º), en una serie que gana el conjunto albiceleste 2-1 en Bruselas.
En un juego de trámite cambiante en cuanto al dominio anímico y bien “copero”, la dupla argentina se impuso con parciales de 6-2, 7-6 (2), 5-7 y 7-6 (5) en cuatro horas de juego en el estadio National Forest de la capital belga, donde los hinchas albiceleste vibraron con el triunfo.
Ahora, el equipo conducido por Daniel Orsanic tendrá este domingo dos chances de cerrar la serie cuando, a partir de las 9:00 (hora argentina), Leonardo Mayer enfrente a David Goffin (15 del mundo) y, si el correntino no puede, Federico Delbonis (65º) salte a la cancha para cerrar ante Darcis, aunque éstos pueden ser cambiados hasta una hora antes del match.
El partido empezó de manera inmejorable para la Argentina, con un quiebre sobre el saque de Bemelmans en el primer juego, para hacer estallar al centenar de hinchas albiceleste que copó una de las tribunas del estadio National Forest.
Con un Berlocq intratable y muy metido para tapar cada hueco en la cancha, más Mayer acompañando con un servicio indescifrable para los belgas, Argentina dominó a gusto y piacere ese primer parcial. Otro quiebre sobre el saque de Darcis amplió la ventaja para que la dupla albiceleste cierre el primer parcial con un contundente 6-2.
La tónica no se modificó en el inicio del segundo set, donde los locales no podían encontrar su mejor versión, Bemelmans - jugando del revés- estaba incómodo y Darcis poco podía hacer. Por eso no extrañó el doble rompimiento consecutivo sobre el servicio de Darcis, que dejó a la Argentina 5-2 para cerrarlo con el saque de Berlocq.
Pero inexplicablemente aparecieron las dudas del lado argentino, tanto Berlocq como Mayer empezaron a equivocarse como nunca antes en el partido, y coincidió con la recuperación de los belgas que dieron vuelta la historia para llegar al tie break.
En los “penales”, la influencia de la carga anímica en una Copa Davis dio una nueva muestra para ratificar que se trata de un torneo diferente a los demás. Porque el envión con el que llegaban los belgas, apoyados por sus eufóricos hinchas, se perdió en un polémico fallo del juez de silla -que decidió repetir un punto ante un error de un línea- y los argentinos aprovecharon para volver al partido y ampliar la diferencia por un contundente 7-2.
Sin embargo, las dudas de ese cierre equilibraron la historia, porque hizo crecer a Darcis y Bemelmans que ya no eran tan endebles, pero sobre todo mermó el trabajo de los argentinos. El tercer set fue un festival de errores de uno y otro lado, sin quiebres hasta el undécimo game -Bélgica tuvo más oportunidades y no las aprovechó-, cuando Berlocq volvió a perder su servicio y permitió a los locales conseguir el descuento con el 7-5.
Los nervios fueron en aumento y afectaban el juego de los cuatro jugadores, que no podían encontrar regularidad con sus tiros, intercambiando buenas con malas decisiones. Bélgica fue el primero en quebrar, otra vez sobre Berlocq, pero enseguida Argentina atacó ante el servicio de Darcis para poder recuperar la diferencia y no bajar otra vez anímicamente. Con esa paridad se llegó al desenlace, donde la dupla albiceleste tuvo un match point ante el saque de Darcis en el décimo game, pero lo desaprovechó.
Este final necesitaba de otro tie break, donde el cúmulo de nervios iba en constante aumento y la dupla argentina volvió a demostrar su experiencia para esperar su momento, sin desesperarse. Sacó una mínima ventaja y, con un servicio de Berlocq sobre Darcis, Argentina festejó uno de esos triunfos que pueden volcar el desarrollo de una serie.
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