Lo que parecía ser una conmovedora historia, justo en Navidad, se desvaneció en pocas horas. El 24 de diciembre, María Isabel Chorobik de Mariani, más conocida como María “Chicha” Mariani, fundadora y ex presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo -organización que desde hace décadas busca a los niños desaparecidos que dejó la dictadura transandina- recibió la noticia de que su nieta, Clara Anahí, había sido encontrada tras 39 años de búsqueda. Ese día María Elena Wehrli se presentó como Clara Anahí, la nieta número 120 en ser encontrada por la organización. La mujer apareció en la casa de “Chicha” con un estudio de un laboratorio privado de Córdoba, el que confirmaba en un 99,9% que era la nieta buscada.
La reacción en las redes sociales fue inmediata. Colaboradores de la Fundación Clara Anahí, institución fundada por “Chicha” para buscar a su nieta, divulgaron la noticia por Facebook: “Uno de los mayores logros de la sociedad argentina en el camino de la restitución de los nietos desaparecidos bajo la dictadura militar”, anunciaba el comunicado. La prensa acudió al hogar de “Chicha” para retratar el encuentro e incluso el Presidente Mauricio Macri envió sus felicitaciones. La nieta a la cual “Chicha” le había enviado cartas abiertas, además de constantes publicaciones de fotos de su hijo y nuera para que Clara reconociera su parecido, por fin había aparecido.
Pero la alegría pronto comenzó a transformarse en total desilusión. A las cuatro de la tarde de ese jueves, Juan Martín Ramos Padilla, biógrafo y abogado de Mariani, frenó la situación. “A Chicha en un primer momento le pasó lo que nos pasó a todos (...) Por qué no lo iba a creer”, cuenta Ramos a La Tercera. “Yo le tuve que decir Chicha, guarda, seamos cautelosos y pidamos cautela. Al día siguiente lo comuniqué”, afirma. Fue él quien advirtió que el 25 de junio pasado ya se le habían realizado estudios a María Elena Wehrli por el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), -institución creada en Argentina para determinar la identidad de las personas en casos vinculados a terrorismo de Estado- y que habían demostrado que no existía un vínculo con Mariani. Según Ramos, ella no habría dado a conocer esa información.
Un comunicado firmado por el fiscal general Pablo Parenti, aseguró que hay dos estudios que desmienten el hallazgo, uno a principios de 2015 y otros de días recientes, ambos realizados por el BNDG. Los informes muestran “que no hay correspondencia entre el perfil genético de esta joven con el grupo familiar de Chicha Mariani ni con el resto de familias que aún buscan niños apropiados”, decía el documento.
Mar de dudas
Poco se conoce de la vida de María Elena Wahrli. Hace aproximadamente un año que la mujer ha insistido que es la nieta de “Chicha”. Pero ahora, varios diarios la catalogan de “impostora”. De Marco Juárez, Córdoba, la mujer de 39 años tiene una hija de 19 años que ya es madre, según el diario Clarín. “¿Hubo una manipulación de las versiones o un abuso de su inocencia?”, se preguntó el periódico. No se descarta que el propósito de la mujer haya sido obtener beneficios económicos.
En noviembre de 2014, Wahrli se presentó ante las Abuelas en Córdoba, que a su vez derivó el caso a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), el, procedimiento rutinario. Ellos habrían enviado a la mujer a realizarse una prueba genética al BNDG. El organismo extrajo la muestra el 13 de marzo de este año y sus resultados fueron informados a Wahrli en junio. Nadie sabe por qué la mujer ocultó este hecho.
“Digamos que hay muchas mujeres que buscan su identidad y que desean ser Clara Anahí y lo digo con todo el cuidado. Esto tiene que ver con que es una figura muy pública de la historia y que hay cierto deseo de poder ser ella”, dijo a France Presse el primo de Clara Anahí, Marco Teruggi.
La nieta fue secuestrada cuando tenía sólo tres meses, durante un operativo del Ejército el 24 de noviembre de 1976 en La Plata. Su madre, Diana Teruggi, fue asesinada junto a otros tres militantes Montoneros en su casa. Daniel Mariani, hijo de “Chicha”, que no estaba ahí ese día, fue asesinado en 1977. A diferencia de otros nietos desaparecidos, Clara Anahí no nació en cautiverio. Desde los 90, “Chicha” está enemistada con Estela de Carlotto, actual presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, porque dio por muerta a su nieta.