Con más posesión que profundidad

 Tevez intenta salir de la presión de Alas; el Apache no era titular en el seleccionado desde 2011. Foto: AP  

WASHINGTON.- No interesa el resultado. La victoria es lógica y la diferencia es apenas un detalle. Pensar en que podría haber sido más abultada y que por la distancia en la jerarquía con el rival la Argentina no cumplió con los objetivos que se propuso, es perder de vista que no está ajustada la lectura de lo que aquí vino a buscar Gerardo Martino. Es verdad que tuvo un alto grado de posesión de balón, que no tuvo toda la lucidez para quebrar a una defensa de El Salvador que se programó con 11 futbolistas y que le faltó golpe en la zona en donde se definen los juegos. Si sólo eso es lo que interesa es posible que sean negativas las evaluaciones.

Ahora, si se tiene en cuenta que el Tata pretendía medir reacciones y posibilidades de varios futbolistas, allí sí se puede sentir que tuvo una experiencia favorable. Es que el DT quería sacar conclusiones de desempeños y de funcionamientos, y futbolistas como Carlos Tevez, Mateo Musacchio, Roberto Pereyra y, especialmente, Federico Mancuello, resultaron las señales más concretas de lo saludable que resultó este primer amistoso en tierras estadounidenses.

Cuenta con una ventaja Gerardo Martino: este equipo tiene cimientos y un poder individual que le otorga tiempos para trabajar que en otro escenario resultarían impensados. El subcampeonato del mundo tiene sus particularidades: porque es cierto que multiplica las obligaciones para intentar sostener la producción, pero también permite mezclar en tubos de ensayos diferentes elementos y aplicar fórmulas alternativas para lograr combustión. Y ayer ante El Salvador se advirtió que en este último tramo hacia la Copa América, el Tata tiene como único objetivo impregnar en el grupo su idea. Todos y cada uno de sus futbolistas necesitan comprender que la intención es diferente al proceso anterior y eso es un camino extenso que le demandará un buen tiempo recorrer. Hay una marcada tendencia a dejar claro en el campo que este es una nueva etapa que tiene una impronta muy distante a la que tuvo el ciclo de Alejandro Sabella. Aunque claro, debe ajustar muchos detalles todavía.

En la elección de su equipo para el primer amistoso en esta gira, puso en evidencia que inocular sus conceptos es la premisa. Pelota a ras de piso y defenderse desde la tenencia. No dividir. Guzmán arriesgó dos veces el balón en la salida y los defensores jugaron sin apostar por un pelotazo. Porque además, el técnico necesitaba ver en el campo que Musacchio, Funes Mori y Orban pueden asumir los riesgos que implica tener una estructura ofensiva que los expone en el retroceso. Y se quedó con una impresión correcta. De la misma manera que también comprendió que era una buena oportunidad para que Banega y Pereyra tuvieran roce compartiendo la mitad de la cancha. En el primero se advirtió algunas dificultades para otorgar prolijo el primer pase, pero del segundo pudo quedarse con una interesante explosión en conexión con el ataque. Pero también El Salvador también le ofreció a la Argentina una buena opción para poder sumar piezas similares, pero en funciones complementarias. Tevez e Higuaín se movieron dentro del bloque ofensivo y trataron de conectarse. Quizá la tarea de Tevez, en una ubicación casi como enlace, similar a la que tiene en Juventus, resultó de lo más interesante.

Y no es un detalle menor para Martino saber que Tevez no sólo está comprendiendo cómo debe convivir en un grupo ya consolidado, sino que también acepta sin objeciones las propuestas que le ofrece el seleccionador. Ayer no sólo tuvo dos chances de convertir sino que también pudo la Argentina, desde sus pies, generar otras dos oportunidades que no pudieron resolver Higuaín, primero, y después Lavezzi. Pero especialmente encontró en el Apache una alternativa más de profundidad cuando Messi no está. Porque ayer el astro de Barcelona se quedó afuera del juego y volvió a mostrarse en zapatillas, por esa dolencia que tiene en el pie derecho. Otra señal que mantiene vivo el interrogante de si La Pulga podrá jugar pasado mañana ante Ecuador, en New Jersey.

Y la coronación exacta para determinar qué buscaba Martino en este ensayo, es lo que sucedió con Mancuello. Le dio la chance de jugar unos minutos, lo ubicó por el extremo derecho, cuando había practicado con él aquí por el centro, y el futbolista que ingresó a último momento a esta gira demostró que tiene su confianza por las nubes y una personalidad que le puede otorgar un pasaje para la Copa América. Si bien en su primera intervención no pudo resolver bien una acción que pretendió hacer profunda con un taco, cuando apareció la oportunidad de ejecutar un tiro libre, caminó hasta el lugar, tomó el balón y ejecutó con una precisión y delicadeza que lo convirtió en la pieza destacada del juego.

Ahora bien, también es real que debe seguir trabajando el entrenador para tratar de que esta idea que propone para su ciclo no termine por quedarse en una interminable posesión sin verticalidad y profundidad. Porque en el equipo tuvo a Di María, Lavezzi e Higuaín, sumó a Tevez, y recién pudo abrir el camino con un disparo de Banega que dio en el taco de Renderos y descolocó a Derby Carrillo. Parece demasiado poco, cuando el rival apenas mostró algo de talento en Arturo Álvarez. Está claro que son varias las cuestiones por ajustar.

Un primer paso que dejó un sabor extraño por el resultado que se consiguió ante un rival sin la jerarquía necesaria. Sin embargo, en la mirada general le ofreció buenas sensaciones al entrenador que encontró en los nombres propios los que vino a buscar aquí: confirmar que algunas de sus percepciones sobre varios futbolistas son acertadas de cara a la Copa América.

Martino no quiso arriesgarlo a Messi, que vio todo desde el banco

WASHINGTON (De un enviado especial).- Aunque Gerado Martino no lo había confirmado, se esperaba que Lionel Messi no fuera titular. La expectativa de los 54.000 espectadores presentes en el Fedex Field de verlo al menos algunos minutos tampoco se hizo realidad. Leo observó todo el partido desde el banco de suplentes, sin botines, en zapatillas. Gerardo Martino no lo quiso arriesgar debido al golpe en el pie derecho con el que llegó desde Barcelona y que le impidió entrenarse con normalidad. Incluso, el Tata no confirmó que pasado mañana vaya a jugar contra Ecuador, en Nueva Jersey. "Los estudios que le hicieron a Leo no mostraban ninguna lesión, pero cuando se calzaba se le hinchaba el pie. No tenía sentido arriesgarlo. Queremos cuidarlo. Si sigue así tampoco va a jugar el martes"..

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