El Centro Zamorano de Buenos Aires festeja con todos los socios sus noventa años de historia en Argentina
B. Blanco García
Han pasado ya 90 años desde que un grupo de emigrantes de la localidad de Murias pusiera en marcha la denominada Sociedad Sanabresa de Ayuda Mutua y Recreativa en Buenos Aires. Un proyecto que se inició como apoyo para aquellos que habían decidido iniciar una nueva vida al otro lado del Atlántico y que, nueve décadas después, se ha convertido en una de las instituciones de referencia de la emigración zamorana en Argentina.
Bajo el lema «Un sentimiento desde 1923», el Centro Zamorano de Buenos Aires congregó a más de 250 socios en unos festejos «plenos de alegría, emoción, nostalgia y recuerdos», enumeró el secretario de la asociación, Alfredo Miranda. Junto a los socios, estuvieron acompañando en este día el cónsul adjunto de España en Buenos Aires, Marcos Rodríguez Cantero y la presidenta de la Federación de Sociedades Castellanas y Leonesas de la República Argentina, Julia Hernando, además de otras autoridades consulares, directivos de la Federación de Sociedades Castellano Leonesesa, algunos presidentes de casas hermanas y un gran número de zamoranos y descendientes.
Desde Zamora, el presidente de la Diputación Provincial, Fernando Martínez Maíllo, se dirigió a los participantes a través de un vídeo para felicitar al centro por este aniversario que se vio en pantalla grande, como el documental «90 años de historia», en el que se realizó un recorrido por los distintos lugares de la capital que fueron sede de esta institución y los diferentes protagonistas que hicieron posible que casi un siglo después siga activa.
La fiesta se extendió a las calles cercanas al edificio que alberga el centro, ubicado en la calle Pasco de la capital argentina, ya que un grupo de socias recorrió la zona ataviada con los trajes típicos zamoranos y al son de las panderetas y castañuelas, animando a todos los vecinos y dando la nota de color por el barrio de San Cristóbal, tras la celebración de una eucaristía en la que se rindió un sentido homenaje a todos los socios que han fallecido.
La música, tanto española como argentina, también tuvo su espacio a través de la Banda del Colegio de Armas de la Nación, que interpretó los himnos de ambos países e hizo bailar a muchos con sus tangos y pasodobles en esta jornada de hermanamiento.
Uno de los protagonistas de la jornada fue Enrique González, uno de los socios más queridos del centro. «Es un gran colaborador desde hace muchos años», subrayó Miranda. Tras la comida de hermandad, con un menú donde se combinó lo mejor de la gastronomía argentina y española, se le hizo entrega del galardón Viriato 2013 por su aportación al centro, reconocimiento que este año alcanzaba su segunda edición.
La importancia del Centro Zamorano de Buenos Aires en la capital ha hecho que se hayan declarado de Interés Social y Cultural todas las actividades programadas para este aniversario, que comenzaron el pasado mes de abril. Una exposición fotográfica, una muestra del tesoro del centro o un espectáculo de zarzuela completarán las actividades de esta celebración.