Unas 350 personas realizaron hoy un "cacerolazo" ante el consulado argentino en Nueva York dentro de la jornada de protestas del "8N" convocada contra la política del Gobierno de Cristina Fernández.
Con gritos y eslóganes como "Argentina, Argentina" o "Libertad, libertad", y equipados con carteles, cacerolas, sartenes, silbatos y otros artilugios ruidosos, los manifestantes mostraron su queja unánime contra el Ejecutivo de Buenos Aires.
"Estamos acá reclamando para que la Argentina vuelva a tener libertad, y basta de corrupción", señaló a Efe Carolina, una argentina que se encontraba de turismo en la ciudad, y que explicó que "cuando nos enteramos que la marcha se hacía en Nueva York también vinimos".
También piden "libertad de hacer con nuestro dinero lo que queremos, y más seguridad, porque hay mucha inseguridad que está provocada por el mismo Gobierno para tener más poder".
A su lado, otro ciudadano argentino, Pablo, se quejó de la "inseguridad" a todos los niveles, tanto jurídico como económico y de seguridad física.
También recalcó que el descontento no es sólo de clases acomodadas sino que "las protestas están siendo populares en todas las ciudades en la Argentina, hasta en las más chicas".
Estos dos argentinos afirmaron que para viajar fuera del país tuvieron que afrontar serios límites cambiarios, de forma que solo pudieron cambiar efectivo para 6 dólares diarios por persona mientras que "la hija de la presidenta está estudiando en Nueva York desde hace varios años".