Ni Boca ni River, enredados por estos días en una picante competencia de nivel sudamericano. Tampoco Racing e Independiente, camino a la coronación doméstica uno mientras que el otro se quema en el infierno de la bronca por el éxito del vecino. Ni hablar de San Lorenzo, pensando en el Mundial de Clubes mientras por aquí lo cachetean a repetición. Con los más grandes en la platea, la definición de esta edición de la Copa Argentina pone este miércoles frente a frente a Rosario Central y Huracán, dos de ese cuarteto que completan Vélez y Estudiantes cuando en las mesas del fútbol se enciende el debate sobre cuál tiene más méritos acumulados para considerarse el sexto grande del futbol nacional. Comienza a las 20.45, por Canal 7.
Como si de fortalezas y debilidades se tratase, al Canalla y al Globo los igualan las formidables campañas plasmadas en este torneo mientras que, simultáneamente, la están pasando bastante mal en sus respectivos niveles de competencia. El equipo conducido por Miguel Angel Russo, penúltimo en el torneo de Primera, es el mismo que viene de demoler 5-0 a Argentinos, con Juan Román Riquelme en cancha, para llegar a esta instancia. Huracán, hoy fuera de los cinco que por su zona ascenderán de la B Nacional a Primera, engarzó resonantes triunfos frente a Boca, Banfield, Estudiantes y Atlético de Rafaela.
Fuera de toda discusión está que en tierra sanjuanina habrá esta noche un montón en juego. Porque si ser campeón equivale también a ser un protagonista de la próxima Copa Libertadores, lo que en sí mismo es un premio gigante, el campeón de la Copa Argentina tendrá también la oportunidad de cruzarse con River, en la primera semana del próximo febrero, para resolver la Supercopa Argentina.
Todo en 90 minutos que no admiten otra forma que con el pulso bien firme. Después, si persiste el empate, directo a la definición con tiros desde el punto del penal. Por la gloria, el dinero y el futuro, mano a mano, frente a una multitud, Central y Huracán.