Carlos Fernández, el eterno prófugo que viaja de Marruecos a …

Uno de los casos más significativos de la 'Operación Malaya' es el de Carlos Fernández. El exconcejal del PA vive en paradero desconocido desde 2006. Fernández huyó de España al saber que el juez Miguel Ángel Torres, primer instructor de la causa contra la corrupción en Marbella, le estaba reclamando. El ex concejal informó, a través de su abogado, de que estaba recorriendo el Camino de Santiago. La última pista en España se pierde en el hotel AC de Ponferrada (León).

Su escondite ha sido objeto de numerosas informaciones que le han situado en Marruecos e incluso en el chalé que sus padres tienen en la urbanización de Cabopino. Los investigadores siempre han negado un trato de favor o que se le haya dado trato de confidente.

El ex edil está acusado de recibir 150.000 euros del exasesor de Urbanismo, Juan Antonio Roca.

Desde ciertos sectores se apunta a que el ex edil se fugó a Argentina en julio de 2006. Por su parte, el informe que Udyco entregó a Óscar Pérez aseguraba que "se han agotado las diferentes líneas de investigación" que podrían aportar datos que permitiesen la localización y detención de Fernández.

Pero una de las ciudades que más ha visitado Fernández ha sido Marbella. Según su madre Francisca Gámez, en una entrevista que concedió a El Confidencial, aseguraba que “no veo a mi hijo todo lo que quisiera, pero gracias a Dios está bien. Me gustaría verlo más porque estábamos muy unidos”. Los agentes de la Udyco señalan en su informe la "dependencia emocional" de Fernández con su madre, y aseguran que desde que desapareció "ha mantenido contactos, vía telefónica y en alguna ocasión incluso personalmente, en territorio español".

CAMBIOS ESTÉTICOS

Carlos Fernández habría modificado parte de su rostro con retoques de cirugía estética en pómulos, blefaroplastia en ojos y rinoplastia. También habría engordado varios kilos.

La exalcaldesa, Marisol Yagüe, relató que “un señor amigo de su familia” vio al fugado en el aeropuerto de Argentina cuando ella estaba en prisión preventiva, hace seis años. También que el empresario de la grúa municipal Ismael Pérez Peña —que reconoció los delitos tras llegar a un pacto con la Fiscalía— “se lo encontró allí y estuvo con él”. De esta última cita no dio fecha y aseguró que lo había sabido a través de personas con las que Pérez Peña lo había comentado.

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