Entre las calificadoras de riesgo que la Comisión Nacional de Valores (CNV) quiere atraer al mercado argentino para limarle poder a las tres gigantes globales, se cuenta la calificadora china Dagong.
La agencia nació hace ocho años con el mismo objetivo que persigue el Gobierno argentino: correr del medio a Moodys, Fitch Ratings y Standard Poors.
En el pasado, Dagong ha dado muestras de simpatía por la Argentina. En 2010, la firma china elaboró un outlook crediticio global en el que los países emergentes tenían ratings mucho mejores que los que otorgan sus rivales en el rubro, Argentina incluida, mientras que a países como Estados Unidos o Alemania le asignaba niveles de riesgo considerables.
La calificadora china, además, mostró su intención de patear el tablero del mercado de calificación de riesgo cuando en 2011 en medio del debate parlamentario por el tope al déficit fiscal de los Estados Unidos fue la primera en bajarle la nota crediticia a la primera economía del mundo. También se adelantó a las tres principales a la hora de rebajar la nota crediticia de Francia, el mismo año.
El titular de la CNV, Alejandro Vanoli, no oculta su intención de abrir el juego en materia de calificación de riesgo en el mercado local. Desde que se anunció el envío al Congreso de un proyecto de reforma de la ley de oferta pública, detalló su intención de sumar a las sociedades anónimas que operan en ese mercado, el trabajo de universidades y asociaciones profesionales.
Una vez aprobado y reglamentado el proyecto de ley el martes próximo se empieza a tratar en comisión en Diputados, se avanzará en estas líneas de trabajo.
Una de las áreas en las que, en un principio, buscan fortalecer a las calificaciones alternativas, es en la emisión de valores negociables de empresas pyme. Según el criterio del Gobierno, ese sector se encuentra desprotegido frente a las metodologías de evaluación de las calificadoras internacionales, a las que le reprochan por no ajustarse al contexto específico de las empresas argentinas.
Además de esos nuevos jugadores para el mercado, fuentes de la CNV afirmaron que dentro de los planes de Vanoli figura atraer a la Argentina a empresas internacionales que compiten con las big three.
En el escenario global, Dagong es la principal candidata a transformarse en la cuarta calificadora más importante del mundo, dada la relevancia que ha adquirido China para le Economía real y su desafío directo a los criterios de evaluación de riesgo tradicionales.
Recientemente, la firma asiática decidió reforzar su ofensiva para tratar de ganar mercados y anunciar una alianza con las calificadoras Egan-Jones Ratings de EE.UU. y Rusrating de Rusia.
El comunicado difundido por la compañía indica que el objetivo es crear una nueva agencia bautizada Universal Credit Rating Group.
Entre sus éxitos, según El Cronista, Dagong enarbola el mérito de haber evaluado de manera independiente lo que estaba sucediendo antes de la crisis subprime (algo que no supieron anticipar sus rivales), gracias a un análisis crediticio más amplio que el tradicional, y que tiene en cuenta por ejemplo el potencial de crecimiento de un país.
Sin embargo, su poca trayectoria y su dependencia del gobierno chino mantiene a China en un impoluto rating AAA a pesar de las dudas sobre su deuda le quitan defensores en occidente.