Antes de fin de año, la Comisión Ad Hoc de Tenedores de Bonos Canjeados y que lidera el fondo norteamericano Gramercy designará a los dos bancos que llevarán a cabo la campaña para evitar un nuevo default de la Argentina.
Se trata del plan que apunta a conseguir el 75% de aprobación de cada una de las series de los papeles argentinos, y sacrificar el cupón de intereses para, con ello, pagarles a los holdouts, es decir, quienes poseen papeles aún en default desde 2001.
Según fuentes cercanas a la transacción, el grupo apunta a ceder durante cinco años parte del cupón de intereses de los Par y los Discount. "Si se evita que la Argentina ingrese en default con los papeles con legislación Nueva York, y se da una solución total al default de 2001, los bonos subirán de precio y compensarán lo que se pierde al ceder ese cupón de intereses", señalan.
¿Alcanzará al cupón del PBI el sacrificio que hagan los bonistas? Dado que no es un bono, no estará en el menú. Por lo menos, inicialmente. Entrará quizá en la negociación con fondos buitre, en la que se definirá el porcentaje del cupón de los intereses que se cederá para buscar saciar a los acreedores que nunca aceptaron un canje.
El 10 de diciembre pasado, ya esta Comisión Ad Hoc había contratado a los asesores legales, el estudio Linklaters, especializado en Estados Unidos en reestructuraciones de deuda. Ahora la hoja de ruta sigue con los asesores financieros. Antes de marzo, ya estará lanzada la campaña para lograr el 75% de los votos que les permitirá cambiar las condiciones de emisión y conseguir luz verde para sacrificar durante cinco años parte del cupón de intereses.
El tiempo les juega en contra: antes de marzo, la Corte Suprema de Estados Unidos definirá si acepta tomar el pedido de apelación presentado por la Argentina y, no menos importante, si pide la opinión de terceros. En el peor escenario, la sentencia definitiva de la Corte llegaría en junio, antes del receso de verano en Estados Unidos, de la Justicia. En el mejor escenario, llegará el fallo en septiembre. Siempre el árbol de decisiones termina en contra del país. Es casi imposible que se reviertan los fallos de primera y segunda instancia.
¿Qué está haciendo Hernán Lorenzino en el interín? El ministro Axel Kicillof no se inmiscuye en el tema deuda. Desconoce ese manejo (aunque quedó claro que ignora también el energético en el cual desembarcó). La semana pasada, su antecesor en el cargo estuvo en París junto con Adrián Cosentino, exsecretario de Finanzas.
Obviamente, la misión apuntó a lograr avanzar en un acuerdo con países acreedores y también en default desde 2001. Agrupados en el Club de París, la misión de esos funcionarios apuntó a conseguir el pago en cuotas y que no sea necesario un acuerdo previo con el FMI.
El desembolso inicial sería cubierto con desembolsos de créditos para la exportación de agencias europeas. Lo de siempre. Casi un cuento de la buena pipa. Al parecer, ahora, con la mejora en las relaciones con el Fondo y el lanzamiento del nuevo IPC, podría haber alguna suerte de luz. Pero como hubo tantos intentos similares desde 2008, hasta que no haya nada firmado, se dudará, concluye Ambito.
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