Se define la Copa Argentina. Ante 50 mil personas y con Boca, flamante campeón del interminable torneo de los 30 equipos de un lado y con Rosario Central, el equipo sorpresa de la temporada, al que todos elogian por su juego, del otro. A partir de las 21.10 en el Kempes, con Diego Ceballos como árbitro, ambos empezarán a dirimir la cuarta edición de esta competencia federal que nació en 2012 y también será una buena ocasión para comprobar cuál de los dos elencos protagonistas de esta noche es el mejor de la temporada.
La discusión está planteada. Más allá de que Boca se coronó y de que mantuvo la regularidad y un ritmo ganador que lo llevó a ser el que obtuvo más triunfos que todos (20) y que fue un claro ejemplo de practicidad y contundencia, al conjunto del Vasco Arruabarrena se lo miró con ojos críticos porque tuvo varios partidos en los que su rendimiento distó de ser convincente y arrollador. Le faltó, en reiteradas ocasiones, generación de juego y fútbol vistoso. A Central, en cambio, le llueven palabras dulces por el fútbol que desplegó desde que Eduardo Coudet se hizo cargo como entrenador. La derrota del domingo ante Banfield lo dejó al margen de la pelea por el título de Primera pero hay casi unanimidad en el observador imparcial. “Es el que mejor juega”, se escucha de un lado y del otro, como caricia para un equipo con una propuesta audaz de la mano del Chacho, que apuesta al ataque sin importarle donde juegue, con desparpajo en los pibes y potencia en la definición con Marco Ruben como abanderado.
¿Que dicen al respecto los jugadores de Boca? “Es uno de los mejores equipos del torneo, pero a lo largo del año Boca demostró ser el que mejor juega”, dijo Gino Peruzzi en una caótica conferencia de prensa ayer poco después del almuerzo. “Ellos son un gran equipo, corren los 90 minutos, no aflojan nunca e intentan ganar siempre la segunda jugada”, agregó el defensor citado ayer para la Selección.
Otro de los que opinó fue Cristian Erbes, uno de los dos titulares que recuperará el Vasco esta noche (el otro será Daniel Díaz). “Hay que olvidarse del festejo por el torneo y ganar de nuevo. Central hizo las cosas bien durante todo el año pero Boca demostró también que lo suyo sirvió para una vuelta olímpica”, expresó el Pichi, quien relegará a Andrés Cubas al banco de suplentes. Boca se entrenó a partir de las 19 en cancha de Belgrano y Carlos Tevez hizo solo movimientos livianos por la gran carga de partidos que lleva disputados.
Para Central, la Copa pasó a ser su gran obsesión. Y las palabras de Coudet resumen la necesidad de tomarse revancha de la frustración de 2014, cuando se perdió la final por penales ante Huracán: “Los elogios no me llenan: quiero el título para Central. Se enfrentarán dos equipos que hicieron un gran año. El objetivo nuestro no está para demostrar quién juega mejor. Es una final y queremos ganarla”. Muy claro, el técnico.
Central llegó ayer muy temprano a esta ciudad. Practicó por la tarde a puertas abiertas en la cancha de Instituto y Coudet siguió cuidando a varios de los que arrastran molestias. Contra Banfield tuvo que apostar a un equipo alternativo y sufrió con el desgarro de Pablo Alvarez, quien igual integra la delegación de 23 jugadores. Tendrá 7 modificaciones el conjunto de Arroyito. Manuel García será el arquero, retornan Donatti, José Luis Fernández, el goleador Ruben y el mendocino Larrondo; reaparece Kity Villagra tras su lesión y Franco Cervi irá de arranque por el suspendido Lo Celso. Los rosarinos guardan un buen recuerdo del Kempes donde en 1980 obtuvieron el viejo Nacional ante el Racing de Córdoba de Amuchástegui, Gasparini, Osvaldo Coloccini y Aramayo, entre otros, y que era dirigido por Alfio Basile.
¿Pragmatismo o fútbol bonito? ¿La ratificación del juego del campeón o la frescura de un plantel renovado? ¿Quién será el dueño de la Copa Argentina? ¿La vigencia de Carlitos Tevez o la de Marco Ruben? ¿Quién celebrará y quién se llevará la tristeza? Cerca de esta medianoche se sabrá.