La Asamblea General de la ONU realizará este jueves la votación para renovar cincos nuevos miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, y se espera que tanto Argentina como Ruanda obtengan dos de ellos, mientras los otros tres asientos son disputados.
Buenos Aires y Kigali seguramente ganarán escaños en el Consejo de 15 miembros, ya que ningún otro país de sus respectivas regiones han declarado intención alguna de luchar por un lugar en el poderoso cuerpo de Naciones Unidas.
Hay, sin embargo, una fuerte competencia en Asia -con Corea del Sur liderando las apuestas- y también en el llamado grupo de Estados de Europa Occidental y Otros, en el que Australia y Finlandia son los principales candidatos, por delante de Luxemburgo.
Para el asiento de Asia-Pacífico, Corea del Sur tiene una clara ventaja sobre Bután y Camboya. El gobierno de Seúl ha destacado su participación en 19 operaciones de paz desde que se unió al organismo mundial en 1991.
Camboya, por el contrario, no ha llevado una campaña activa, dijeron diplomáticos, mientras que Bután no tiene relaciones diplomáticas formales con ninguno de los cinco miembros permanentes del Consejo -Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos, los únicos que tienen derecho a veto-.
"No es un buen punto de inicio" para la remota nación del Himalaya, dijo un diplomático.
En el otro grupo, Australia y Finlandia tienen una clara ventaja sobre Luxemburgo, uno de los países fundadores de la Unión Europea.
Australia -que ya ha integrado el Consejo en cuatro ocasiones- ha realizado una intensa campaña para obtener de nuevo el escaño. Finlandia lo ha ocupado dos veces. Luxemburgo, Bután y Camboya nunca integraron el cuerpo decisior de la ONU.
Para ser elegidas, las naciones postulantes deben obtener 129 votos, o las dos terceras partes de los 193 estados de la Asamblea General de la ONU. Las sorpresas en la elección son raras, pero pueden pasar: en 2010, Canadá se asombró cuando perdió la elección frente a Portugal y Alemania.
Los cinco países escogidos comenzarán el 1 de enero un mandato de dos años. Ellos sustituirán a Colombia, Alemania, India, Portugal y Sudáfrica.
Los otros cinco miembros no permanentes son Azerbaiyán, Guatemala, Marruecos, Paksitán y Togo. Sus mandatos finalizarán en 2013.
El años pasado, la elección de Pakistán incrementó el temor de un conflicto en el seno del Consejo, por su larga historia de rivalidad con India. Sin embargo, ambos países trabajaron juntos sin dificultas, e incluso votaron en bloque sobre temas como la situación en Siria.
Esta vez, la preocupación se traslada a Argentina, por su larga disputa con Reino Unido sobre las Islas Malvinas (Falkland para los británicos), aunque no se espera que sea un factor decisorio en las deliberaciones del Consejo.
Si las predicciones son correctas, de acuerdo con un diplomático, las naciones emergentes o BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- perderán influencia en el Consejo, con India y Sudáfrica a punto de irse.
A pesar de que los cinco miembros permanentes mantendrán su influencia predominante, cada nuevo miembro llevará consigo sus aliados y temas de interés.
Ruanda, acusado de injerencia en la República Democrática del Congo, tiene el apoyo de Estados Unidos, y Corea del Sur debe jugar un papel activo en los debates sobre Corea del Norte.
Argentina tiene un interés particular en Haití, donde ha enviado cientos de soldados de paz.