El seleccionado argentino femenino de voleibol retomará hoy los entrenamientos en el Cenard antes de viajar mañana con el equipo completo a Bariloche, sede del Preolímpico, donde buscarán clasificarse para un Juego Olímpico por primera vez en su historia, el que se realizará en Río de Janeiro.
El técnico Guillermo Orduna podrá contar con el equipo completo después de la Navidad, ya que Lucía Fresco, Tanya Acosta, Josefina Fernández, Natalia Aispurúa, Emilce Sosa y Tatiana Rizzo llegaron de sus clubes extranjeros.
Al grupo de locales, integrado por Clarisa Sagardía, Morena Martínez, Marcia Scacchi, Florencia Busquets y Marianela Garbari, que venían trabajando hace varias semanas en el Cenard, ya se habían unido Yael Castiglione (Polonia), Leticia Boscacci (Rumania), Sol Piccolo, Julieta Lazcano (Francia) y Yamila Nizetich (Turquía), las primeras en llegar desde afuera.
De estas 16 jugadoras, dos serán apartadas a último momento, ya que el máximo permitido por plantel para torneos oficiales es de 14.
El torneo en Bariloche, que otorgará una sola plaza para Río 2016, contará con la participación de las selecciones de Argentina, Perú, Colombia, Venezuela y Chile.
El debut para el equipo de Orduna será el 6 de enero a las 19, ante las chilenas, en el estadio Pedro Estremador, que se espere esté colmado de aficionados teniendo en cuenta la importancia de lo que habrá en juego en el Preolímpico.
El jueves 7, Las Panteras enfrentarán a Venezuela. El viernes 8 tendrá descanso el seleccionado argentino.
El sábado 9, el rival será Colombia y el domingo 10, para cerrar, las locales jugarán contra la poderosa selección de Perú, la principal favorita a lograr el título.
La llegada de las delegaciones está programada para el 4 de enero.
Tanto en el gimnasio Pedro Estremador como en el del Colegio Don Bosco ya se colocó el piso reglamentario, que servirá para los entrenamientos y los partidos.
También se informó que el subsecretario de Deportes de Río Negro, Juan Pablo Muena, junto a Milán Magister, principal referente de vóley en Bariloche, siguen realizando controles permanentes de los trabajos, porque la intención es dejar todo terminado mucho antes del desembarcó de las delegaciones.