El ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, aseguró este sábado en Brisbane (Australia) que espera obtener "todo el apoyo" del G20 para la "reestructuración de la deuda soberana" de los países.
"Esta crisis empieza con un problema de deuda, sigue con un problema de deuda y transcurre todavía hoy con un problema de deuda", dijo a la prensa en Brisbane Kicillof, que representa, junto con el canciller Héctor Timerman, a la presidenta Cristina Kirchner, convaleciente de una infección intestinal.
Los países que más dificultades tienen para salir de la recesión son "los más endeudados" con relación al PIB, dijo el ministro de Economía, que considera que el riesgo sistémico por la reestructuración de la deuda "es un tema" del G20.
Kicillof, por "instrucciones de la presidenta argentina", habló ante los mandatarios del G20 sobre la incidencia de la deuda en el estancamiento de la economía mundial.
Brasil y Francia han propuesto que el tema de la deuda aparezca en la declaración final de esta edición del G20 de Brisbane centrado en la reactivación de la economía y en la creación de empleo, aunque según el ministro en las primeras reuniones del G20, de este sábado, no se habló de ello.
También abogó por la creación de un instrumento internacional legal que proporcione a los países un marco jurídico para resolver estas cuestiones y no quedar a merced de los sectores más especulativos, de los fondos buitres, de las 'guaridas' o paraísos fiscales.
En definitiva, de "todas las fallas de coordinación" entre todos los países del planeta que permiten que "pequeños sectores" se favorezcan a costa de los pueblos.
Según el canciller Héctor Timerman, todos los países "reconocen que hay un problema de reestructuración de deuda soberana". "No hay ningún país que diga que no es un tema del G20".
Argentina está inmersa en una batalla legal con fondos especulativos en tribunales de Estados Unidos luego de que el juez federal de Nueva York Thomas Griesa obligara a pagar el 100% de una deuda de 1.330 millones de dólares a uno de ellos, que integra el 7% de los que rechazaron el canje de 2005 y 2010, tras ser aceptado por el 93% de los acreedores en default desde 2001.
La negativa ha llevado al país a un default parcial sobre su deuda, y ha sido declarado en desacato por incumplir el fallo de la justicia estadounidense.
Más de 100 demandas por fondos de deuda impagados buscan ahora sumarse al fallo emitido por el juez neoyorquino para recuperar la totalidad de su dinero.
"De hoy, nos llevamos la idea de que nadie piensa que la crisis ha terminado, lo que da tranquilidad", porque existía el "riesgo grande de que se tomaran decisiones como si el temporal hubiera pasado cuando no es así", según el ministro de Economía.
Kicillof citó unos datos ofrecidos por la Organización para Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que indican que el comercio ha caído a la mitad de la velocidad que se esperaba y las inversiones han caído un 40% con respecto a antes de la crisis y un 80% en Europa.
Para el titular de Economía argentino, la fase actual de la crisis iniciada en 2008 "genera muchos riesgos para las economías emergentes", en particular por el fin de los programas de estímulo monetarios que pueden generar movimientos de capitales y afectar a los mercados de materias primas.
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