Argentina, por la gloria

Ya cerrada la etapa de gloria de la selección argentina, cuando pese al fiasco de España ’'82 consiguió dar dos vueltas olímpicas -las únicas en su historia-, los últimos años se le hicieron cuesta arriba a la celeste y blanca.

Sólo dos veces en 28 años el equipo nacional logró meterse entre los cuatro mejores, y en ambas oportunidades llegó incluso a estar entre los dos que definieron la copa. México '86, cuando se implementó el sistema como se lo conoce hoy día, guarda el mejor de los recuerdos, no así Italia '90, cuando los de Bilardo cayeron a manos de Alemania por la mínima diferencia en el partido decisivo. Fuera de eso, en las cinco ediciones venideras como máximo se quedó en los cuartos, instancia por la que en horas chocará contra Bélgica.

Abundan los malos recuerdos. En Estados unidos 1994 quedaron dos imágenes en la memoria: el grito de gol a cámara de un sacado Diego Maradona contra Grecia con la ya clásica remera azul y rombos negros, y la caminata con la colaboradora de FIFA del propio Diego camino al doping. Pase de ronda e inmediata eliminación ante Rumania por los octavos con derrota 3-2. Al 10 le cortaron las piernas y al equipo de Alfio Basile las alas.

Cuatro años después Francia recibió la gala.Con el Burrito Ortega entre los mejores por su actualidad, el siempre temible Batistuta, Verón, Zanetti, Carlos Roa, y varios más, el elenco de Passarella se abrió paso ante Inglaterra con gol del Pupi a la salida de una pelota parada, pero terminó sufriendo por una infantilidad del jujeño. El delantero cabeceó a Edwin Van der Sar, fue expulsado y comprometió a una Selección que, en desventaja, sucumbió ante la Naranja en los cuartos de final.

La expulsion de Ortega
La expulsion de Ortega

Después, con el nuevo milenio, la decepción absoluta. Marcelo Bielsa inventó un equipo en torno a Verón y un rígido sistema táctico al estilo europeo que no tuvo variantes cuando las necesitó. Fue eliminado en la primera ronda. El grupo que compartía con Nigeria, Inglaterra y Suiza lo superó. Sumó una victoria, una derrota y un empate, respectivamente, dejando como imagen un Gabriel Batistuta arrodillado, tapándose la cara con ambas manos, intentando cortar un llanto desconsolado.

Cuando peor estaba el panorama apareció una luz al final del túnel. Bielsa, que había sido el primer entrenador tras el paso de Bilardo en renovar su vínculo con la AFA, renunció acusando no tener más energías. En su reemplazo asumió José Néstor Pekerman. Al mismo tiempo, unos kilómetros más allá, al otro lado del océano, empezaba a sorprender Lionel Messi, viejo conocido del nuevo director técnico.

Pese a la juventud de La Pulga, Pekerman lo incluyó en la lista de convocados para Alemania 2006. Incluso aún hoy existe quien le reprocha que Leo viera la eliminación por penales ante la dueña de casa por penales sentado en el banco de suplentes. Esa Selección, con Cambiasso, Riquelme y Tevez, fue de las mejores en el último tiempo. Siempre prolija y pragmática, se ganaba los flashes internacionales. Estaba llamada a hacer historia. Pero tuvo una tarde fatídica. Se lesionó Abbondanzieri, arquero titular, Leo Franco no llegó a tapar lo que fue la igualdad y en los penales el machete de Lehman mandó a la Argentina a casa.

Cuatro más tarde, con una nueva decepción a cuestas, Diego Maradona metió a la Argentina en Sudáfrica 2010 por la ventaja, evitando el repechaje en la ante última jornada gracias al gol de Martín Palermo ante Perú. Bajo ese manto épico, pero sin una táctica definida ni una idea de juego firme, el equipo superó a primera fase. En el mano a mano ante México salió victorioso gracias a Carlos Tévez, y todo era ilusión hasta que apareció Alemania con un contundente 4-0 que obligó a armar las valijas.

A diferencia de aquella oportunidad, Lionel Messi no tuvo una temporada descomunal en su club. Por el contrario, se vistió de héroe con la celeste y blanca. Tiene cuatro goles en igual cantidad de partidos y dos asistencias. Su presente alimenta las esperanzas de todo un país que sueña con poder cortar la malaria a 24 años de la última vez. ¿Será?

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