Argentina: ministro niega que inflación sea 40%

El ministro de Economía Axel Kicillof negó el domingo que Argentina vaya a cerrar el año con una inflación de 40% cómo sostienen la oposición y economistas privados y pronosticó que la cifra se situará en torno al 24%.

"No sé de dónde sacan que la inflación es del 40%. Observando los índices de precios que llegan a esa cifra parecen que están elaborados más en una escuela de dibujo que en una de economía", afirmó Kicillof en diálogo con la radio Nacional Rock.

El ministro desmintió así el índice inflacionario difundido por el Congreso, al que calificó de falso, y sostuvo que la medición del estatal Instituto Nacional de Estadística y Censos cerrará "en torno al 24%" aunque hay que ver aún cómo evoluciona en noviembre y diciembre.

"Yo no soy un especialista en el IPC (índice de precios al consumidor del) Congreso porque no hay un solo dato de la metodología de cómo arman ese índice", afirmó el ministro de Economía.

Para Kicillof ni aun tomando como válidos los números con los que trabajan la oposición y las consultoras privadas y haciendo un promedio se obtiene una cifra de 40%.

Desde que el Instituto Nacional de Estadística y Censos fue intervenido en 2007 por el gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner, esposo y antecesor de la actual mandataria Cristina Fernández, surgieron discrepancias entre los cálculos privados y los oficiales sobre el valor del costo de vida.

El gobierno argumentó entonces que el método utilizado estaba caduco, pero los críticos denunciaron que la intervención del Instituto tenía como objetivo "suavizar" las cifras negativas de la economía.

El FMI jugó un papel determinante para que las autoridades argentinas presentaran en febrero de este año un nuevo índice inflacionario al aplicar una moción de censura al país por sus criticadas estadísticas. El organismo hasta amenazó con una suspensión.

Aunque en los primeros meses el nuevo índice oficial y el de las consultoras privadas fueron de la mano, las cifras del organismo estatal volvieron a ser muy inferiores a las de los economistas.

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