NUEVA YORK, 24 Jun. (Reuters/EP) -
Los fondos de inversión estadounidenses han anunciado este martes que están dispuestos llegar a un "acuerdo" con Argentina para que pueda afrontar los vencimientos de deuda soberana de otros bonistas, si antes del 30 de julio hay avances significativos en las negociaciones para el pago ordenado por tribunales norteamericanos.
"Si el próximo 30 de julio las partes han hecho buenos progresos, pero se necesita más tiempo, Argentina y los demandantes tendrán una fuerte motivación para llegar a un acuerdo", ha dicho Robert Cohen, de Dechert, que representa a estos fondos de inversión.
Los fondos de inversión han enviado una carta al juez federal estadounidense Thomas Griesa informando de su disposición a flexibilizar los plazos para evitar un nuevo incumplimiento por parte del país suramericano.
No obstante, han considerado que no hay motivo para que Griesa acepte la solicitud del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de suspender la ejecución del fallo que le condena a pagar a estos fondos de inversión porque "es esencial para que Argentina pueda continuar pagando normalmente a los bonistas de la reestructuración".
Fernández de Kirchner ya expresó el pasado viernes su deseo de "cumplir con el cien por cien de los acreedores". "Con el 92,4 por ciento que aceptó los canjes de 2005 y de 2010, y con los que no ingresaron", dijo en el discurso del Día de la Bandera.
A cambio, pidió "que se generen condiciones de negociación justas, de acuerdo con la Constitución de Argentina, con las leyes internacionales y con los contratos que se firmaron con ese 92,4 por ciento de los acreedores".
En respuesta a la petición de la Casa Rosada, el juez federal estadounidense ha encargado al abogado financiero Daniel Pollack que medie entre Argentina y estos fondos de inversión estadounidenses para el pago de la deuda soberana.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dejado en firme la decisión de tribunales inferiores de condenar a Argentina a pagar a los 1.300 millones de dólares (980 millones de euros) que debe a los bonistas que no se sumaron a la reestructuración, que son fondos de inversión estadounidenses.
El Gobierno ya ha adelantado que el levantamiento de la medida cautelar que evitaba que el país tuviera que pagar a estos fondos de inversión, llamados "fondos buitre" en Argentina, impide el próximo pago de la deuda a los demás acreedores, previsto para el 30 de junio.
El próximo lunes Argentina debe hacer frente al pago de 900 millones de dólares (661 millones de euros) a los inversores que participaron en las reestructuraciones. Hay un periodo de gracia de 30 días antes de que se declare la quiebra.