La Nacion / MENDOZA.− En esta provincia, cada vez con mayor asiduidad, la palabra drogas queda asociada a la muerte y a una violenta disputa territorial. La tierra del sol y del buen vino se ha transformado , según investigadores, en un centro de acopio y distribución de marihuana y de cocaína.
Mendoza es, además, un punto estratégico. Con fronteras fácilmente vulnerables es la puerta de s alida hacia Chile.
"Hay cada vez más crímenes con vinculaciones narco, y generalmente con gente muy joven. La sospecha es que la mayoría de los camiones que vienen de Bolivia y Paraguay transportan drogas", explicó a LA NACION el ex ministro de Seguridad provincial, Leopoldo Orquín.
Para los investigadores los casos de "ajustes de cuentas" suelen tener relación con el tráfico de drogas.
La reciente muerte a balazos de Cristian Gelvez, de 57 años, esposo de la presunta líder narco Sandra Yaquelina "La Yaqui" Vargas, de 40, volvió a poner en escena lo que ocurre con el negocio narco.
"La Yaqui, que no tiene ningún proceso judicial en su contra, está sospechada de controlar el negocio en la zona conocida como Campo Papa, en Godoy Cruz.
Gelvez fue asesinado durante una salida transitoria del penal en el que purgaba una condena. Tras su muerte los "Angelitos de la Yaqui" − jóvenes soldados armados, algunos menores de edad− salieron a jurar venganza. Para muchos investigadores policiales, Gelvez era, en realidad, el verdadero responsable en las sombras del manejo de los estupefacientes en la zona marginal.
La encargada de poner a los "Angelitos" en acción fue una de las hijas de Gelvez, mediante su cuenta de Facebook, como reveló el diario local El Sol. "Por qué les diste el gusto papi. Te lo juro, papito, me la van a pagar uno x uno, no va a quedar nadie vivo. Yo, papi, yo voy a vengar tu muerte, los voy a buscar por cielo y tierra a esos putos. Yo los voy a matar como a ratas."
El mensaje llegó al bando contrario. Chicho Páez, otro supuesto narco destinatario de las amenazas, se animó a decir: "Yo ya estoy jugado, pero no quiero que maten a mi familia".
Las facciones pelean por el poder territorial. Una de las especialidades de los angelitos sería la de usurpar viviendas para montar quioscos de drogas. En el haber de esos delincuentes, según lo investigado por la Justicia figuran crímenes resonantes. Dos de ellos, apodados "Cara Cortada" y "Arielito", ambos de menores, detenidos e internados en un instituto provincial, están acusados por el asesinato de los hermanos Marcelo y Daniel Pavéz, de 10 y 30 años, respectivamente.
En septiembre del año pasado, en San Luis, capturaron al más reconocido de los "Angelitos": Joni Brizuela, de 21 años, sobrino de "la Yaqui". El muchacho estaba escondido en una estancia de su tía en la localidad de Juana Koslay, a 10 kilómetros de la capital de la vecina provincia. Cuando lo atraparon conducía una camioneta Hilux valuada en 250 mil pesos. Joni está acusado de tres asesinatos en la zona del Campo Papa.
"Es un tema muy complejo. Es muy difícil reunir los elementos de prueba, pero son causas que se están investigando", se limitó a decir el director de la policía de Mendoza, Juan Carlos Caleri, quien el año pasado tuvo a su cargo la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico.
Durante 2013, en la provincia se produjeron más de 120 homicidios, a razón de 10 por día, pero no se sabe cuántos estuvieron relacionados con el narco.
Según Caleri, la división antinarcóticos investigó el año pasado a 100 organizaciones y que todo el material obtenido fue reportado a la Justicia federal.
"Por ahora, en el caso de la Yaqui no tenemos resultados y si alguien cree que la policía está en connivencia con los delincuentes que lo denuncie en la Justicia, con pruebas, claro está", lanzó el jefe policial mendocino.
Para el intendente de Godoy Cruz (UCR), Alfredo Cornejo, ex ministro de Seguridad de Julio Cobos y potencial candidato a la gobernación para 2015, en cambio, no hay estrategia de inteligencia, ni coordinación entre Justicia y Seguridad. "Es vergonzoso que el caso de la Yaqui esté en boca de todos y no tenga una causa ni esté institucionalizado".
El asesinato de Daiana Reynoso, de 25 años, quien apareció en la zona de El Challao, en Las Heras, tuvo características propias de las venganzas narco: una bolsa en la cabeza, las manos atadas y tiros en la espalda. Lo más llamativo fue que su novio, José Alfonso González, fue asesinado el 15 de diciembre de la misma manera, en El Carrizal. El móvil de la investigación apunta al narcotráfico: el joven tenía un quiosco en Godoy Cruz donde vendía droga. .