Argentina, luego de completarse la temporada 2012 de la eliminatoria sudamericana, empieza a soñar con el Mundial de Brasil-2014, mientras se ilusiona con el gran momento de su estrella, Lionel Messi, figura indiscutida en la doble jornada clasificatoria.
Tras jugarse diez fechas de la eliminatoria, Argentina encabeza el camino a Brasil con 20 puntos, seguida por Ecuador (17), Colombia (16), Venezuela (12), Uruguay (12), Chile (12), Bolivia (8), Perú (8) y Paraguay (7).
La serie otorga cuatro plazas directas y una serie de repesca para el quinto equipo de la tabla ante un rival de Asia.
Con ocho puntos de ventaja sobre los conjuntos que por ahora ocupan los últimos puestos de ingreso al Mundial, Argentina logró una buena renta con miras a la última parte de la eliminatoria.
Pero lo llamativo de los albicelestes es su potencia en ataque, con 20 goles en 9 partidos, repartidos casi todos entre Lionel Messi (7 dianas), Gonzalo Higuaín (7), Sergio Agüero (3) y Ángel Di María (2), que no por casualidad conforman un temible cuarteto ofensivo.
En sus últimos dos partidos, Argentina ratificó ese poder de fuego, con un rotundo 3-0 ante Uruguay elaborado en una ráfaga demoledora de 15 minutos, y una andanada similar para vencer a Chile (2-1), con tantos de Messi e Higuaín, para dejar con las manos vacías a un rival que durante un buen rato había sido superior en el juego.
Para Argentina, los resultados son positivos, pero quedan por resolver cuestiones como el desequilibrio que plantea contar con tres delanteros (Messi, Agüero e Higuaín), más un volante ofensivo (Di María), por lo cual la tarea de contención queda cargada sobre Fernando Gago y Javier Mascherano en el medio.
Ese peso importante en la ofensiva entrega a su vez resquicios que los rivales podrían explotar, como lo hizo Chile en su búsqueda por los laterales, y aun cuando la 'Roja' careció de definición, el arquero Sergio Romero fue uno de los destacados con un par de intervenciones providenciales.
"Tenemos delanteros de una jerarquía enorme, que fabrican las jugadas y no perdonan. Estoy tranquilo por la potencialidad ofensiva que tenemos. Pero también hay preocupación cuando pasamos malos momentos y eso hay que trabajarlo", consideró el DT Sabella.
Pero, si hay una razón que tranquiliza a Sabella y al ambiente del fútbol argentino, es el hecho de poder contar con Messi en toda su dimensión, ahora sí considerado un jugador indiscutible en el seleccionado, que dejó atrás las críticas y rinde en el mismo nivel que en el español FC Barcelona.
"Me pasaron muchas cosas muy lindas en estos ocho años (desde su debut como profesional, en Barcelona). También me tocó sufrir en otras que me sirvieron para crecer. Pasó mucho tiempo y estoy feliz con el momento que estoy viviendo en la selección", dijo Messi.
Convertido en un artillero voraz, además de un talento desequilibrante, Messi está apenas a dos goles (31, contra 33) de igualar a Diego Maradona en la tabla histórica de goleadores de Argentina, aunque todavía lejos de Gabriel Batistuta (54).
De distinta personalidad, pero con una capacidad de desequilibrio semejante a la de Maradona, Messi encarna el sueño argentino de brillar en el Mundial de Brasil, al que acudirá con 27 años, ya maduro, con la misión de lograr esa Copa del Mundo que Argentina alzó por última vez en México-86, justamente el Mundial en el que brilló el 'pibe de oro'.