El país llevaba trece días en vilo. La inconcebible fuga de los autores del triple crimen, dejaba en evidencia la fragilidad del sistema de seguridad, tanto provincial como nacional. Luego de dejada de lado prácticamente la bonaerense, la federal, la policía de seguridad aeronáutica y la gendarmería se hicieron cargo de la persecución.
Ahí comenzaron las primeras desinteligencias que duraron varios días, y pese a ello, hoy los argentinos celebrábamos la detención de los tres asesinos.
Felicitaciones del presidente de la Nación, de la vicepresidenta, de Vidal, de Bullrich. Anuncios de conferencia de prensa de las autoridades.
¿Quién les informo? ¿Quién aseguró la captura de los tres? ¿Porqué la oficina de Fiscalías, dependiente de Gils Carbó subió a su página oficial la confirmación de la detención de los dos Lanatta y de Schillaci?
El mismo gobernador de Santa Fe felicitó por tweet a su policía por el triple arresto. Cuál es la desinteligencia en la notificación de las fuerzas de seguridad al poder político e incluso al judicial dependiente de Gils Carbó.
Por suerte Martín Lanatta, si está detenido.
La prioridad hoy es detener a los dos que siguen libres. Luego queda investigar el camino de las erradas o falsas notificaciones para, en este caso, comenzar a salir de la Argentina bananera, que tanto nos duele y avergüenza.