Una comitiva de legisladores nacionales del oficialismo y la oposición viajarán a Estados Unidos a defender la postura argentina en el juicio con los Fondos Buitre. Mientras la Corte Suprema norteamericana delibera si tomar el caso, los diputados y senadores buscarán junto al gobierno de Barack Obama contrarrestar el poderoso lobby de los holdouts en los supremos jueces.
El 12 de junio, el máximo tribunal deberá decidir si acepta o no fallar sobre la causa, por eso a pedido del gobierno estadounidense, los enviados locales van a defender la posición argentina de que los Fondos Buitres deben recibir el mismo trato que los demás acreedores que se acoplaron a la reestructuración de deuda.
La delegación, compuesta por 12 diputados y 5 senadores, será encabezada por el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez y por el titular alterno del Senado, Gerardo Zamora. De la oposición, irán el senador Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal) y los diputados Lino Aguilar (Compromiso Federal), Darío Giustozzi (Frente Renovador), Federico Sturzenegger (Unión PRO) y Martín Lousteau (SUMA+UNEN), este último quien tuvo que pelearse con su frente para ser de la partida.
Gerardo Zamora y Julían Domínguez encabezan la delegación.
Desde el Gobierno nacional resaltaron que la convocatoria la ejecutó Domínguez, sin embargo desde la oposición se aseguró que fue una recomendación del Ejecutivo norteamericano.
"Como existe mucho lobby de los Buitres en el Congreso americano, y existe la posibilidad de que la Corte le pida la opinión al Gobierno norteamericano para fallar sobre el caso, se pidió que Argentina vaya con una visión más amplia de la política", explicó Sturzenegger a ARG Noticias y retrucó: "Pidieron que estén representados los que van a ser gobierno después de 2015".
"Voy con la expectativas de ayudar y aportar nuestro granito de arena", aseguró el diputado PRO y agregó que "va a ser más fuerte el mensaje que se pueda dar" entre todos los bloques. No obstante, advirtió que los holdouts "quisieron hacer su negocio" por lo que "esperar que la Justicia falle y deje parada lo mejor posible a la Argentina".
El juez de primera instancia, Thomas Griesa, falló en contra de Argentina.
El escenario al que se enfrenta la comitiva criolla en Norteamérica es complejo: la Corte Suprema puede que reafirmen la decisión del juez Thomas Griesa y que el país deba desembolsar 1.330 millones de dólares a los acreedores y llevando a Argentina al borde otro default. O, en cambio, la Corte puede aceptar el caso, evaluar el conflicto, y sostener la posición argentina.
No obstante, hay una tercera posibilidad y es que se le pida al gobierno de Obama que opine sobre la causa, algo que podría convenir a la Argentina ya que la administración demócrata dio señales de apoyo a la causa del país.
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