El seleccionado argentino, al igual que ocurrió anteanoche con Paraguay, goleó en 1955 a Uruguay 6-1 en territorio chileno, en lo que fue la victoria más abultada de la historia del clásico rioplatense, y luego se consagró campeón del entonces Campeonato Sudamericano, hoy Copa América.
Argentina ganó invicta el certamen. El puntero derecho Rodolfo Micheli, de Independiente, fue el máximo goleador con ocho tantos. Subcampeón Chile, con una de las figuras, Enrique Hormazabal. El estratega hizo siete goles.
Uruguay, que venía de hacerle cinco a Ecuador -también goleado por Argentina 4-0- se puso en ventaja con gol de Omar Míguez, uno de los héroes del “Maracanazo” en el ‘50.
LO DIERON VUELTA
Micheli y Angel Labruna lo dieron vuelta al término del primer tiempo. En la segunda etapa, anotaron de nuevo el 7 de los “Diablos Rojos” de Avellaneda y el mítico goleador riverplatense. El quinto, lo hizo José Borello, número 9 de Boca.
El correntino Julio Elías Mussimesi, arquero “cantor” de Boca, ex Ñuls, le atajó un penal al uruguayo “el Cotorra” Míguez. El legendario Guillermo Stábile dispuso salida de Labruna, de 36 años. Ingresó Norberto Conde, de Vélez.
Un córner para Argentina y una anécdota que tiene 60 años. “Señor, ¿cómo va el partido?”, fue la supuesta pregunta del “Beto” Conde a Matías González, célebre defensor “oriental” de 1.85 y físico portentoso.
“NO FUI YO”
Conde negó durante medio siglo el episodio. “No fui yo”, decía el gran delantero velezano sin “delatar” al compañero que supuestamente había sido. El caso es que salió “nocaut”. Faltaban diez minutos.
El partido estaba detenido y Labruna iba ingresando al túnel, cuando el entrenador Stábile lo hizo volver. En un contraataque, Angelito hizo el sexto. Faltaban dos minutos. Un “crack”.