Luego de conocerse el aporte de las entidades bancarias de capital nacional para constituir una garantía que permita superar la instancia de default, la reacción de los inversores fue inmediata.
Así, en Wall Street, los papeles de Edenor treparon un 18%, seguidos por Pampa (13,8%), Francés (13,2%), y Grupo Galicia, con el 12,9%.
Fuentes del mercado sostuvieron que con la opción presentada por los bancos nacionales, los holdouts aceptarían pedirle al Juez Thomas Griesa que reinstale el "stay" y permita a la Argentina cumplir con el pago de los Discount, que había sido interrumpido el pasado 30 de junio.
En el orden local, el Merval ascendió 6,94% a 8.937,6 puntos, y las mayores subas correspondieron a Edenor, que avanzó un 14,6%, mientras que Pampa subió un 13,2%, Galicia un 10,6% y Francés el 8,72 por ciento.
En cuanto a los títulos públicos, se destacó la escalada del cupón atado al PBI en dólares, que ganó el 14,8%, y la versión en euros trepó 16,8 por ciento.
El Discount en dólares, con ley de Nueva York que surgió del canje 2010, subió un 12,9%, y el Discount en dólares, con el 10,8%.
Leonardo Chialva, de Delphos Investment, indicó que los títulos públicos "están entre 5% y 10% arriba. Hay puntas muy abiertas, porque se está armando recién el mercado". Esta evolución de los precios se replica en una baja de las tasas de interés a un 8% anual para los títulos argentinos en dólares.
"Lo que hay que tener presente es aprovechar la oportunidad y el momento, porque estas puertas se le abren a la Argentina de par en par, cuando a los países africanos el mercado les está prestando plata al 7% anual", consideró Chialva.
"En las acciones se notan subas más moderadas pero los bonos y cupones se destacan", comentó un analista. "Las conversaciones no terminaron y no hay nada seguro pero el optimismo invade al mercado", agregó.
"Se está viviendo un buen momento en el mercado gracias a que se ha entendido una forma de proceder lógica, no confrontativa y mirando a futuro", consideró Ricardo Maied, director de Federal Bursátil a Nosis.
"Si la propuesta bancaria a los 'holdouts' corre, habrá parte o casi toda la solución en la cuestión de la deuda. Lo que eventualmente esté faltando, será completado sin problemas", agregó.
"El Gobierno ha contado en este caso con buenos asesores, y mucho más concretos. Veremos este final. Buen funcionamiento del ministro de Economía, hace bien que esté allá (en Nueva York). Nadie debería estar ausente", concluyó Maied.
Por su parte, Gustavo Morandi, director de Morandi y Cía. Sociedad de Bolsa, estimó que "la operatoria en el mercado local ha sido muy de manual, y muy correcta".
El experto agregó que "los valores treparon por expectativas que luego han confirmado parcialmente y allí se quedan. El volumen está claro que es desusado en nuestro mercado con solo 3 horas de funcionamiento".
"Hay que seguir muy atento el desarrollo de las negociaciones y el valor de acciones y bonos una vez producido, si es que va a pasar, el acta final del acuerdo con 'holdouts'. Ahí estudiaremos y veremos", completó Morandi.
"El clima cambió radicalmente y hay toma de posiciones en bonos y acciones que disparan los precios especulando con un inminente acuerdo con los holdouts", dijo un operador.
Con esta suba de las cotizaciones de los títulos públicos, el riesgo país de la banca JP Morgan, que mide el diferencial de tasa de los bonos del Tesoro de los EE.UU. con sus pares emergentes, retrocede 116 enteros para la Argentina, a 564 puntos básicos, en una jornada en la que las expectativas de los inversores están concentradas en las negociaciones por la deuda impaga en los tribunales de Nueva York.
De esta forma, el riesgo país argentino cae un 17 por ciento.
Banqueros argentinos frente a los buitres
El gerente de finanzas del Banco Piano, Francisco Ribeiro Mendonça, integrante de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), confirmó que esa entidad se reunirá hoy con los fondos buitre para negociar la compra de sus bonos en default.
En declaraciones radiales, afirmó que si los bancos logran acordar con los holdouts la compra de sus títulos, también se negociaría con ellos "el plazo del stay, que seguramente Argentina querrá que se extienda hasta enero y los buitres hasta septiembre".
La idea de los bancos privados locales es constituir un fondo para comprar bonos argentinos en dólares que se entregarían a los buitres a cambio de sus viejos papeles en default.
En la negociación de hoy también se hablaría sobre si la operación puede hacerse con pagos en cuotas. Como garantía, los bancos estarían dispuestos a dar inicialmente un adelanto de US$ 250 millones.
La idea es que no haya ninguna participación estatal en la operación para evitar que se gatille la cláusula RUFO. Es por eso que ni el BCRA participó de las negociaciones y se descartaba que luego la ANSES le recomprara a los bancos los títulos en default.
Ribeiro Mendonça admitió además que el interés de los bancos en esto es que un default podría perjudicar el valor y las finanzas de las entidades, que tienen una gran cantidad de bonos y acciones argentinas cuyo valor se desplomarían.
Y sostuvo que ya hubo "antecedentes de ayuda de los bancos" en casos similares, como cuando en 2001 los bancos le compraron al Gobierno US$ 3.500 millones en Bonos Patrióticos para afrontar vencimientos de deuda.
En este contexto, el ex presidente del Banco Central, Arnaldo Bocco, consideró que la intención de las entidades nucleadas en ADEBA de quedarse con los bonos genera un "cambio drástico de expectativas" para solucionar el conflicto con los fondos buitre.
"Los bancos son sumamente poderosos como para hacerse cargo de esa garantía a cambio de que el juez Griesa reponga el stay", consideró el economista en declaraciones radiales.
En ese sentido, opinó que una opción es que las entidades sólo se harán cargo de un "primer pago" que constituiría un "puente" para llegar a enero, y estimó que luego de esa fecha "se podrá negociar con condiciones diferentes".
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, evitó comentar la oferta deslizada para la recompra, si bien se encargó de aclarar que la "negociación involucra a privados, no al sector público".
Aunque todavía se desconocen los términos puntuales de la propuesta, el dinero serviría para mostrar voluntad de pago y convencer al juez Griesa que reponga la "cláusula anti-embargo" hasta 2015, para que el país pueda negociar sin riesgo de ejecución de la cláusula RUFO.
Bonistas italianos, a favor de Argentina
Jullio Zembo, representante de los bonistas italianos que ingresaron al canje de deuda, dijo hoy que "Argentina no va a permitir que se gatille la cláusula Rufo", en el marco del litigio con los fondos buitre.
"Hace dos años y algo que la definición del juez (Thomas) Griesa es negativa", recordó Zembo en declaraciones formuladas a Nacional Rock FM.
En el mismo sentido, el bonista italiano manifestó que "todos pueden entender la barbaridad a la que nos enfrentamos" en referencia a las pretensiones de los fondos buitre, y agregó que "Argentina cumplió religiosamente todos los compromisos, hasta ahora está la plata depositada".
"La decisión del juez es una barbaridad jurídica y humana", insistió Zembo, y volvió a manifestar su confianza en que "Argentina no va a caer en esto, no va a aceptar esas condiciones, no va a permitir que se gatille la cláusula Rufo".
El representante de los acreedores italianos agregó que "hay que dejar afuera de esta pelea a los que ya entraron al canje", aunque destacó que los bonistas que lo hicieron "están dispuestos a apoyar a la Argentina" porque "el juez Griesa se ha equivocado, pero todo el sistema norteamericano lo ha avalado", finalizó.
Posición oficial
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, indicó esta mañana que "cualquier comunicación oficial" en relación con las gestiones de la comitiva argentina en Nueva York en el marco del litigio con los fondos buitre será dada a conocer "a través de un comunicado de prensa o del ministro de Economía, Axel Kicillof", quien desde ayer participa de los encuentros con el mediador Daniel Pollack, que continuarán hoy.
Por otro lado, en su habitual conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, Capitanich reafirmó que resulta "muy claro" que la Argentina realizó "esfuerzos desde el punto de vista de un diálogo para establecer condiciones de negociación justas, equitativas, legales y sustentables para el 100% de los bonistas", como también la posición de "defensa del interés general de un país soberano".
El funcionario resaltó que la reestructuración de la deuda pública que cayó en default en 2001 "no fue de un día para el otro", y recordó el proceso que culminó con los canjes de 2005 y 2010.
Esas negociaciones, añadió el jefe de ministros, fueron acompañadas por la sanción de iniciativas legislativas, que avalaron la regularización de los pagos para el 92,4% de los bonistas.
Capitanich reseñó luego los sucesivos hitos financieros, incluida la cancelación de compromisos con el Fondo Monetario Internacional en 2006, y los pagos de capital e intereses a los acreedores por más de 190 mil millones de dólares en los últimos años.
Más recientemente, agregó el jefe de Gabinete, se cancelaron 61 juicios que distintas empresas trabaron al país en el comité de solución de controversias del Banco Mundial, el Ciadi.
También se concluyó la negociación para reanudar pagos al Club de París, luego de 13 años de moratoria, lo cual se logró "sin auditoría ni participación del FMI", destacó.
"Estas deudas -recordó el funcionario nacional- fueron tomadas por otros gobiernos, y la cancelación al contado prevista en 2008 se frustró tras la quiebra de Lehman Brothers".
Por eso, agregó Capitanich, tras consolidarse los compromisos "se negoció una tasa de 3%, con un plazo de entre 5 y 7 años, asociado a inversión directa de empresas de los países miembros".
"Estamos en una última etapa de regularización de las deudas", dijo finalmente, e insistió en que se trata de "negociaciones complejas, que requieren tiempo y horizonte previsible para generar las condiciones satisfactorias para las partes".
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