El reciente informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) — de la Universidad Católica- indica que más de diez millones de argentinos vive en situación de pobreza, sin empleo formal, educación de calidad ni vivienda digna, y con un insuficiente servicio de salud. EL informe se titula “Heterogeneidadades estructurales y desigualdades sociales persistentes” y allí también se indica que casi la mitad de los trabajadores tiene un empleo precario o hace “trabajos de indigencia”. En total, la mitad de las nuevas generaciones de adultos está excluida del sistema de seguridad social.
El informe también alerta sobre la problemática juvenil, a la que tanto se aludió últimamente: el 37% de los jóvenes no termina la secundaria y el 20% no estudia ni trabaja. El 12% de los chicos de entre 5 y 17 años cumple alguna actividad laboral y dos de cada diez hogares, requieren asistencia pública (con un total de 23,5% que necesitan de un programa permanente de asistencia social).
Agustín Salvia, investigador jefe del Observatorio, le comentó al diario La Nación que “la marginalidad estructural no mejoró en la Argentina, a pesar de años en los que el país creció a un ritmo del 8% anual. Se cristalizó la pobreza estructural, la imposibilidad de alcanzar niveles elementales de bienestar e integración social”.