A 25 años del gran triunfo de Chávez sobre Meldrick Taylor

Para muchos, fue el más grande triunfo de Julio César Chávez en su trayectoria, pues a pocos segundos de ver caer su invicto, un derechazo prodigioso mandó a la lona a Meldrick Taylor para dejarlo "fuera de este mundo".

Ese enfrentamiento entre Chvez y Taylor fue nombrado como la pelea del ao. Foto: Getty Images

Fue el 17 de marzo de 1990, en el Hilton de Las Vegas, donde el 'César del boxeo' encumbró su leyenda para conservar su invicto y unificar los títulos súper ligero del CMB y la FIB.

"Si no hubiera sido por las palabras del 'Búfalo' (José Martín Muñoz), que en ese momento me gritó, '¡Hazlo por México, por tus hijos, tú puedes noquearlo!' quizá eso no hubiera pasado. Fue algo muy grande para mi, ya son 25 años, parece que fue ayer. Nada más de acordarme me siento cansado, la neta, porque ha sido la pelea más cansada de toda mi carrera", reveló Chávez para ESPN.

"La recuerdo con mucho sentimiento, porque creo que esa pelea se quedó en el recuerdo de todos los mexicanos, de todo el mundo que la vio, es una pelea que marcó mi época, es una pelea que me encumbró a las grandes bolsas, a ser considerado el mejor peleador del mundo, fueron muchas cosas", indicó el ex púgil, quien recordó los últimos tres episodios de esa batalla.

"A mí nunca, peleando, se me ha ido el rollo, pero si ven el décimo round, cuando le conecto una derecha y él me conecta como 50 (golpes) ahí se me fue la noción del tiempo, de la pelea. En ese momento, como que perdí el conocimiento, lo único que recuerdo es que quería pegarle sin importar que me pegara".

"Creo que en ese round, a pesar de que perdí el conocimiento, ahí gané la pelea. ¿Sabes por qué? Porque como no me importaba que él me golpeara, le conecté los golpes más sólidos, los más fuertes. Y ya desperté en el doceavo round, cuando 'Búfalo' me empieza a gritar, afortunadamente en ese round pude noquearlo, pero yo no quería ni festejar, quería bajarme del ring, acostarme en agua helada", mencionó Chávez.

Julio señaló que fue tan demandante esa confrontración, que no le importaba perder o ganar, con tal de bajarse lo antes posible del ring.

"La verdad no, sinceramente no, me valía madre (sic) perder o ganar, lo único que quería era que sonara la campana porque estaba sumamente agotado, sentía que me iba a desmayar, lo que más me preocupaba es que sentía que iba a vomitar, ¿sabes que cuando uno vomita arriba del ring se le viene a uno un derrame cerebral por el esfuerzo?, entonces si hubiera vomitado, a lo mejor ahorita no lo estuviera contando, si hubiera vomitado, me hubiera pegado un derrame cerebral", comentó.

Leave a Reply